miércoles, 30 de diciembre de 2009

LOS MILITARES Y EL MUNDIAL DEL 78





Era un año bastante oscuro, los militares hacían lo que se les daba la gana, manejaban el país a su antojo y cometían atrocidades a la vista de todos, parecían intocables y tan omnipotentes.
Augusto Pinochet consolidaba su poder en Chile con total impunidad. En Brasil Jao Figueiredo habría las puertas al régimen militar, Sudamérica atravesaba por una tormenta cargada de horror y violencia.

Los militares contaban con tres objetivos, el primero era ganar el Mundial de futbol, otro fue prepararse para la guerra con Chile por el canal de Beagle, pero la mediación del Papa lo impidió. Y el tercero fue la Guerra de las Malvinas que los hundió definitivamente, pero eso pasó algunos años después.

Argentina era victima de una violación a los derechos humanos, el régimen solo quería alcanzar sus propósitos, sin importar las victimas que dejaba a su paso, para ellos todo era sustituible, las vidas humanas eran objetos de su poder.

El campeonato desnudo el rostro trágico de la dictadura, no el de los secretos en la organización de torneo, sino el de las luchas perversas y constantes que se mantuvieron durante su paso por el poder.

Fueron dos realidades completamente diferentes, llenas de muerte y alegría, que reflejan como nada la época que atravesaba la Argentina. El Mundial consiguió llevar felicidad y entusiasmo a la gente, muchos de ellos ajenos a lo que ocurría en el país, porque no se sabia bien que pasaba, muchos años después la historia se encargo de que sus sobrevivientes hicieran justicia y contaran por todo lo que habían atravesado.
El Mundial 78 fue una gran fiesta para muchos, pero cabe destacar que no fue para todos.

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