Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre del año 1960 en Dominico, pasa su infancia en Villa Fiorito una zona bastante humilde de la Provincia de Buenos Aires.Los Maradona eran muy futboleros, pero nadie por ese entonces se imaginaba lo que le esperaba a ese niño que acababa de asomarse al mundo, y de lo que llegaría a representar para todos los argentinos y para el mundo.
Con una niñez difícil, con muchas carencias pero rodeado de una familia con mucho amor, el mismo que puso el en la pelota cuando de pequeño jugaba en los potreros de su Villa Fiorito querida.
Fue la revelación, el mito, la alegría de aquellos a quienes deleitaba con sus fantásticas jugadas, cargadas de un ingenio y una precisión formidables. Si jugaba Maradona sus adversarios temblaban, dueño de gambetas y buen juego, el jugaba al futbol con una gran inteligencia, armando jugadas y definiendo de forma precisa y contundente.
Maradona fue el máximo exponente del futbol de fin de siglo, sus hazañas las siguieron en vivo millones de personas. Un hombre real forjado en la era de las comunicaciones.
Sanguíneo, peleador, controvertido, ambiguo. Sufrió cambios físicos, psíquicos y tuvo que atravesar y superar distintos obstáculos que la vida le fue imponiendo, el siempre sale y renace de las cenizas.
Desobediente, critico, dice las cosas sin filtros, mantuvo como nadie su origen de barrio, fiel a sus afectos y tiene devoción por su familia. Rebelde no se vende y no se compromete con ninguna forma de poder. A Maradona se lo ama y se le perdona todo.
Maradona mostró todo a través de la pantalla, tanto lo bueno como lo malo, criticado, amado, personaje controvertido que se acepta más allá de sus fallas, las que cualquiera puede tener como ser humano.
Pasaran muchos, pero Maradona es sin lugar a dudas el mejor de su tiempo, incomparable e inmejorable, merecedor de respeto, porque como jugador fue imparable.
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